21 enero 2012

Una tremenda torpeza

Vaya por delante que no conozco personalmente a la periodista Sonsoles Catalá y que únicamente poseo dos referencias suyas: el blog que escribía en 2007 (Mis 99 calamares, se llamaba) y que es la hermana de la exalcaldesa de Torrent, María José Catalá. Quiero decir con esto que carezco de más datos sobre ella y que no tengo por qué dudar de su valía como profesional de la comunicación.

Hace un par de días leía en alguno de esos comentarios de los lectores en La Opinión –pues en la noticia propiamente dicha sobre los cambios en las delegaciones del Gobierno nada se decía- que la hermana de Catalá iba a ocupar el puesto vacante de jefe de prensa del Ayuntamiento de Torrent. Juro que interpreté dicho comentario como un sarcasmo de mal gusto de algún cretino. Ni de coña podía imaginar que la alcaldesa recién estrenada, y más tratándose de la prudente Amparo Folgado, iba a tener la ocurrencia, ni soñando, de hacer una designación tan torpe, antiestética y descabellada.

Por supuesto que el cargo es de libre designación, por supuesto que el partido (o más exactamente la alcaldesa) que gobierna busca a un profesional de su confianza, por supuesto que no se incurre en ninguna ilegalidad. Todo por supuesto. Por supuestísimo. Pero resulta que da una imagen tan deplorable; recuerda tanto a la teoría de Juan Palomo “yo me lo guiso, yo me lo como”; invita tanto a preguntar al PP torrentino: entonces, ¿para esto queríais el poder?; deja tan vacías las críticas del PP a las arbitrariedades y nepotismos en que pudo incurrir el partido que le precedió en el Gobierno de Torrent; insufla tantas alas al tópico de que todos los políticos son iguales; queda tan, pero tan chusco; mueve tanto, en definitiva, a la indignación y a la rabia, que dudo mucho que el cerebro que incubó este desatino se parara a calibrar, siquiera por encima, sus consecuencias en la opinión pública.

Una hermana no tiene por qué tener menos opciones que los demás. Pero, puñeta, de entre los cientos de profesionales afines al PP que deben existir ¿tiene que ser precisamente la hermana la nombrada? ¿Qué calificativos no habrían empleado en nombre del PP, con toda la razón, Benito Nemesio, Vicente Soria o la propia María José Catalá -en el caso de haber "saboreado" los bancos de la oposición-, si José Bresó al acceder a la alcaldía hubiera nombrado a un hermano de Jesús Ros como jefe de prensa del ayuntamiento? Pues el cuento se aplica a todos por igual.

Hace dos semanas hablaba por teléfono con una amiga de Torrent que votó en mayo al PP. Se la llevaban los demonios con María José Catalá por su inesperado abandono de la alcaldía. Me aseguraba que muchos seguidores populares también estaban indignados. Traté de explicarle a esta amiga (desde Ecuador) que entraba dentro de lo posible que la alcaldesa se hubiera visto forzada a atender el llamado del presidente de la Generalitat sin tener muchas más opciones y que la política a veces es así. Comprobé en esa conversación que el común de los vecinos de Torrent no tiene por qué reparar en sutilezas que desconoce, y que un porcentaje de sus propios afines interpreta la marcha de Catalá como una “traición”, sin matiz alguno.

Al PP gobernante parece, sin embargo, importarle un comino tratar de paliar en sus votantes el escozor de una herida que no acaban de entender. Y sobre el caldo de una “injustificada” marcha a Conselleria añade ahora arbitrariamente las tres tazas (mejor, los tres tazones) del nombramiento de la hermana. Pues cuidado, que el brebaje comienza a ser tan espeso que a los ciudadanos se les puede indigestar.

15 enero 2012

Reflexiones en torno al "marrón" que le cayó a Catalá

En contra de las alharacas y enhorabuenas que leí en los medios locales y valencianos, ignoro si sinceras o motivadas por aquello de hacer de la necesidad virtud, cuando supe que a María José Catalá la “elevaban” a Consellera de Educación debiendo abandonar la alcaldía de Torrent pensé: “menudo marrón le ha caído a esta mujer”.

No es ningún chollo, con la que está cayendo, dejar el abrigado puesto de máxima autoridad de una ciudad como Torrent, donde se es todo, para ocupar cartera en un Gobierno autonómico sujeta a la discrecionalidad de un presidente (Fabra) que a la primera remodelación te deja fuera.

No comparto tampoco, contrariamente a opiniones expresadas por los afines a Catalá y por la interesada misma en su lacrimógena intervención al día siguiente de conocer la noticia, que Torrent vaya a estar mejor representada en el gobierno valenciano con su entrada. Que yo sepa las consellerias no son feudos del conseller de turno donde éste se dedica a barrer para su pueblo. Puede que algún asunto educativo se acelere, pero en general la nueva consellera se atendrá al cronograma de prioridades del Gobierno valenciano.

Los socialistas, como es normal, han arremetido contra la exalcaldesa por dejar su cargo unos pocos meses después de ser elegida. Imagino que lo hacen con la boca pequeña, pues todavía “viven” demasiados de los que fueron testigos de la dimisión de Jesús Ros, septiembre de 2004, motivada única y exclusivamente para que su sucesor se promocionara en la alcaldía. Catalá tiene al menos la justificación del llamado de Fabra a su gabinete.

Pero, pese a que ambas situaciones son distintas, me sigo preguntando qué mueve a un partido (en este caso el PP) para arrancar de su responsabilidad a una alcaldesa recién elegida por sus conciudadanos. Desde luego, escrúpulos cero y respeto a los votantes menos todavía.

En cuanto a la nueva alcaldesa, Amparo Folgado, tengo que reconocer que la noticia –como se dice aquí- me cogió en curva. No la esperaba. Por mi obvio alejamiento del día a día local ignoraba el peso –grande, visto lo visto- que tenía en el equipo de Gobierno. La conozco desde 1995 cuando ocupó la asesoría en el ayuntamiento del grupo Popular de su entonces portavoz Benito Nemesio. Mis diarias visitas como informador al despacho del grupo popular motivaron que se estableciera una simpatía mutua. Sinceramente, la tengo por una persona muy trabajadora, discreta, leal y algo tímida. Desconozco su carisma como política porque, repito, en mi alejamiento físico no he seguido su trayectoria como edil. Pero, por supuesto, le deseo toda la suerte en su gestión como máxima autoridad de Torrent, que será la suerte de todos los torrentinos.

11 julio 2010

Gracias, selección

Al final, campeones. Campeones del mundo de fútbol. Poco puedo añadir a lo que han dicho mucho mejor los medios deportivos y a la alegría desbordada por todos los rincones de España. Quizá señalar que cuando se está a tantos kilómetros de distancia estos triunfos se sienten de una forma muy especial y uno, involuntariamente, se convierte –lo convierten, más bien- en “representante” de su país. Han sido varias las llamadas y mensajes telefónicos de amigos y compañeros periodistas de aquí, de Ecuador, que recibí esta tarde felicitándome por el triunfo de España; como muchas fueron también las ironías y chascarrillos que, sin comerlo ni beberlo, tuve que sufrir cuando la selección tropezó en el primer partido ante Suiza.

Si tengo que ser sincero, el juego del equipo español en este mundial sólo me gustó a partir del encuentro contra Alemania. Por cierto, un dignísimo y limpio rival, que quizá hubiera merecido estar en la final tras los partidos espectaculares que nos había brindado en las fases previas. Y que encima se pulió a la Argentina del impresentable Maradona.

Hoy, contra Holanda hemos sufrido, pero al final el marcador ha hecho justicia y ha ganado el que más méritos había acumulado. El equipo español es campeón del mundo de fútbol. Gracias, selección.

10 julio 2010

Dos sandeces

Jesús Ros, o “la renovación”, ha hablado, por fin. Lo hizo hace un par de semanas en un mitin. Expectación. Parece, según los mentideros políticos, que en él están puestas las esperanzas socialistas locales para recuperar la alcaldía de Torrent.

Según lo publicado en los medios de internet, el presunto candidato tomó la palabra y lo más destacado que dijo a la concurrencia fue que "los socialistas somos como la roja, jugamos de memoria” y “os pido vuestra ayuda para devolver la luz y la alegría a esta ciudad porque hasta los nuevos cristales del ayuntamiento están tristes". O sea, que pronunció dos sandeces.

Cuento entre las virtudes del ex alcalde su gran capacidad para la oratoria. Por eso me ha producido bastante perplejidad y algo de rubor leer dos afirmaciones tan vacuas y mediocres. Dos majaderías. Aunque lo parece, me cuesta ver a Ros sometiéndose a un discurso escrito por los penosos asesores que inundan los partidos políticos, esos ganapanes que antes de ponerse a redactar cogen la última noticia del momento y, aunque sea a empujones y con calzador, la meten en el discurso venga o no venga a cuento. Nos toman por idiotas, claro.

Quizá el ex alcalde de Torrent se ha dejado llevar en los últimos años por la frivolidad y banalización del mensaje barato al uso que, aunque no dice absolutamente nada (o mejor, suele decir estupideces), puede arrancar cuatro aplausos de un auditorio entregado. Y si todo un país se encomienda fervorosamente a los “pronósticos” de un pulpo, ¿por qué los cristales de un ayuntamiento no pueden estar tristes?

10 abril 2010

Valeroso anónimo

Un simpático lector que, seguramente por modestia, omite su identificación me envió ayer sábado vía comentario, a las 18,05 hora española, la siguiente sugerencia: “Ya que estás tan lejos, preocúpate de lo que pasa donde estés y deja te tocar los h.... en Torrent. Aburrr...”. Salvo un par de tildes que no ponía, el mensaje es literal; incluida la delicadeza de colocar cuatro puntos suspensivos donde cualquier otro menos cuidadoso hubiera escrito "huevos". Se agradece tanta sensibilidad.

Sería una descortesía por mi parte dejar escondida esta sutil recomendación en la penumbra reservada a los comentarios. Que le dé buena luz, que corra el aire y que todo visitante compruebe la tolerancia y el buen gusto que adorna a algunos valientes.

Pero, pensándolo todavía mejor, y a pesar del presunto recato del comunicante, no cabe dejar esta perla en el anonimato. Y así, tras unas rápidas y sencillas averiguaciones, concluyo que el ordenador desde el que fue lanzado el comentario responde a la IP 81.203.7X.XX (me reservo los tres últimos números) cuyo proveedor es ONO, tiene ADSL y procede (vaya sorpresa) de la provincia de Valencia, España. He cursado la oportuna solicitud y estoy a la espera de que se me informe quién es el titular de tal IP.

09 abril 2010

¿Movimiento "ciudadano"? Anda ya

Los trabajos en grupo se realizan de la siguiente manera: uno piensa, otro teclea y los restantes pagan la pizza. Este fue el viejo aforismo, nada trascendental como puede observarse, que me vino a la cabeza nada más leer ayer que una nueva federación de acrónimo horroroso (Favbur) va a englobar en Torrent a las “asociaciones vecinales, de barrios y de urbanizaciones”.

Que nadie se me enfade, pero considero al movimiento vecinal –o, como gusta denominarse, “ciudadano”- como una de las grandes filfas de los tiempos que corren. Me da igual que se llame Favbur, FAC, AAVV, Fava o Favón. Lo curioso es que se trata de una falacia socialmente aceptada y asumida como irremediable por las instituciones. Que criticarlo abiertamente es políticamente incorrecto, vaya.

Intentaré explicarme. En Torrent, para no ir más lejos, habitan 100.000 habitantes (redondeando). De esa cantidad serán unos 10.000, y creo que estoy tirando muy por lo alto, las personas que están involucradas en asociaciones vecinales y colectivos ciudadanos varios. Esa cifra mencionada -y, repito, abultada- supondría sólo un 10% de la población total.

Cada una de estas asociaciones tiene una directiva. Una directiva, atención, elegida exclusivamente de entre sus miembros. En ningún caso esos dirigentes vecinales, barriales o como se llamen, se sometieron en candidatura a unas elecciones por sufragio universal. Votaron los socios que, en el caso de un colectivo vecinal (por ejemplo), son una minoría respecto a todos los habitantes de la zona.

Ya tenemos la directiva de la asociación. Subamos ahora el siguiente peldaño, que consiste en crear una federación ciudadana. De entre todos los dirigentes de los colectivos se escogen a los responsables federativos que, sobre el papel –que es ciertamente sufrido y en este caso, si cabe, todavía más- representan a todas las asociaciones integradas.

Y así, burla burlando, llegamos a que el presidente de la federación (llámese Favbur, FAC, AAVV, Fava o Favón, me da igual) cree encarnar, o al menos actúa como si encarnara, los intereses de todos los ciudadanos. Y su federación busca ser parte activa, al menos con voz, en las instituciones.

Hace ya bastantes años la FAC de Torrent quiso –no recuerdo si llegó a conseguirlo- que el ayuntamiento le entregara anualmente los presupuestos municipales antes de su aprobación para, al menos, poder efectuar algunas enmiendas o propuestas sobre ese borrador. Loable empeño. ¿Y quién es la FAC –digo la FAC como podría decir cualquier otra- para enmendar o mejorar nada en el nombre de los vecinos de Torrent que, legitimamente, ni quieren pinchar ni cortar en sus asuntos federativos? ¿A quién, realmente, representan las asociaciones y, por tanto, las federaciones ciudadanas? ¿Por qué se empeñan en tener una fuerza que ni los votos ni la ley les confiere?

Estas preguntas abren el interesantísimo análisis del papel desempeñado por los partidos políticos, especialmente los de izquierda, en la creación, diseño y fines del “movimiento ciudadano”. Asunto no menos importante son las prebendas -dotación de locales y subvenciones- que reciben de las instituciones públicas en nombre de unos "ciudadanos" que ni de lejos representan. En definitiva, es necesario conocer en todo este tinglado quién piensa, para qué, y, lo más importante, quiénes pagan (o pagamos) la pizza.

01 abril 2010

Semana Santa

Igual que digo una cosa, digo la otra. Si hace apenas un par de semanas me refería a las fallas como una fiesta que ni fu ni fa (más bien fa), admito ahora que me gustaría estar en Torrent para vivir plenamente la Semana Santa.

Imagino que la adhesión a una u otra fiesta depende de tantísimos factores -personales, vivenciales y sociales- que resulta muy difícil explicarla racionalmente. Ignoro de dónde nace la, digámoslo así, poca motivación que me inspiran las fallas. De pequeño, como tantos otros, pertenecí por voluntad materna a la comisión de mi barrio (Padre Méndez) e incluso llegue a ser –altísimo honor, qué duda cabe- nada menos que presidente infantil de la falla del colegio público (nacional, se llamaba entonces) Virgen del Rosario, del que fui alumno toda mi EGB.

Simultáneamente fui inscrito en la hermandad de la Virgen de los Dolores, a la que mi abuelo y un alto porcentaje de mi familia pertenecían desde hacía muchos años. Recuerdo que siendo un retaco de tres años ya desfilaba de la mano de mi abuelo con mi diminuta vesta morada (sin capuchón, porque me asustaba) y un tambor de juguete en los traslados de esa cofradía.

Con los años dejé de participar activamente en la falla y en la hermandad. A decir verdad, si puedo, hoy rehúyo los actos multitudinarios. No soy muy amigo de los mogollones.

Sin embargo, la Semana Santa de Torrent despierta –sigue despertando- en mí algo, no sabría como definirlo, que va incluso más allá de mi fe católica. Veo en esta fiesta la raíz, la tradición, la forma de ser de un pueblo (en el sentido de comunidad, conjunto de personas que forjan un lugar) que le da sentido. Un sentido, insisto, no sólo religioso.

Por eso mañana (hoy ya para vosotros), Viernes Santo, a mis 3 de la tarde -10 de la noche en España- estaré mentalmente en Torrent en la procesión del Santo Entierro. Procesión en la que, un año más –ya sé que es clamar en el desierto- los concejales de uno y otro signo meterán con su patética presencia el dedazo para mezclar devoción y tradición con política.

En fin, buenas fiestas.

16 marzo 2010

Qué pena

La polémica de una noticia digital suele estar en relación directa al número de comentarios de los lectores que suscita. Viene esto a cuento del asombro que me ha producido ver esta tarde en La Opinión el titular “Comienzan las obras de la iglesia de San Juan Bosco después de 6 años” acompañada por… ¡23 comentarios!

En un primer momento me he quedado perplejo. ¿Qué dato de esas obras, qué aspecto del asunto o, en último extremo, qué declaración de alguien puede haber motivado una concurrencia tal de lectores que se han lanzado como posesos a darle a la tecla?, me preguntaba.

Que yo sepa, 23 comentarios en La Opinión es una cifra reservada para las grandes ocasiones. Y a primera vista, una noticia tan inocua como el comienzo de las obras de un templo en Torrent, que además se esperaban desde hace un porrón de años (y por tanto es noticia a medias), no está llamada a gestar grandes controversias. A no ser claro, que en el texto, saltase alguna liebre. Ya me imaginaba al bueno de Agustín Alcaide (actual párroco de San Juan Bosco), o mejor, puesto a pensar, a D. Juan Fernández (que fue su primer sacerdote y que frisa los 80 años) arremetiendo contra no sé quién con manifestaciones incendiarias.

Me he apresurado pues a leer la noticia. Chasco. La información es tan sosita como el titular: la necesidad de una nueva iglesia para la zona, algunos aspectos técnicos, pinceladas históricas de la parroquia y cómo los fieles han contribuido mediante rifas, sorteos y donativos a sufragar parte de las obras. Poco más. El texto es, nunca mejor dicho, inmaculado.

Obviamente, movido por la curiosidad, me he ido inmediatamente a leer los numerosos comentarios. Acabáramos. Algún mala baba se ha lanzado a la demagogia barata contra la Iglesia. Y otro al que el caletre no le debe dar para más, ha respondido prendiendo la nefasta mecha del guerracivilismo. Y ahí ha ardido Troya. El anonimato, cómo no, ha servido una vez más para montar, a costa de las inocentes obras de un templo, un monumental potaje de insultos, descalificaciones y, en general, estupideces al por mayor. De verdad, qué pena.

13 marzo 2010

Sobre fallas, con perdón

A mí que me disculpe el amigo Ferrán, el delincuente fallero, pero si hay una época del año en que no extraño a Valencia y su capital (Torrent) es ésta. No sé si cometo algún tipo de perjurio civil con esta afirmación, pero, siendo valenciano, no me gustan las fallas. Para nada. Pero nada es nada de nada.

Y no será porque no le he intentado en esta vida. Y lo han intentado conmigo. Profesionalmente, podría contar por docenas los actos falleros a los que he tenido que asistir. En el ámbito personal tengo excelentes amigos para los que esta fiesta es poco menos que una religión. Me han llevado a su casal, me han agasajado y, en última instancia, han procurado que participe, más o menos asiduamente, de las actividades de la comisión. Y doy mi palabra que lo intenté. Pero no. Es superior a mis fuerzas.

Tengo una profunda envidia (que no sé si es sana o cochina) a todos aquéllos que, cuando llegan los primeros días de marzo, se enfundan el blusón, trasladan su domicilio al casalet, se despiden temporalmente de su actividad laboral y de la parienta (o del pariento), y, sumergidos en las fallas, encuentran en esas semanas la razón de su existencia.

Yo, lo siento, no fui programado para entenderlo. Y estos días, que veo los reportajes de rigor -plagados de los mismos rancios tópicos de siempre, dicho sea de paso- que sobre la fiesta valenciana emiten los canales internacionales de televisión que puedo sintonizar (TVE y Antena 3), corroboro un año más mi total ausencia de “fallerío”. Y aunque esté feo decirlo, me alegro enormemente de estar muy lejos de los niños jodiendo con los petardos, del tráfico imposible y de una bullanga que me es absolutamente ajena.

De todas formas, a los que sois y os sentís falleros, os deseo que disfrutéis de estas fiestas.

08 febrero 2010

Alguna responsabilidad tendrá. Digo yo.

Para qué leches quiere un partido político acceder al poder, si luego se pasa toda la legislatura –o más- atribuyendo las cosas que no funcionan a la herencia que dejó el gobierno que le precedió. Que, naturalmente, es del signo contrario.

La solución sería tan sencilla como inverosímil: que no se presenten a las elecciones. Si la nación, la autonomía o la ciudad fueron pésimamente gestionadas, nada tan sencillo como dejar que esa formación que tan mal gobernó salga solita de su propio atolladero. Absurdo, sí. Pero no mucho menos que estar escuchando año tras año la cantinela del legado recibido.

Leo en el blog El Carrer Major un artículo sorprendente a la par que reconfortante. Me explico: Arturo García evidencia que estar adscrito a tales o cuales siglas políticas no obliga a abdicar de la capacidad crítica individual, aun cuando ésta se dirija contra el propio partido. Era algo difícil de creer, pero a lo que se ve, todavía posible.

Creo, y si no que me corrija, que Arturo está claramente vinculado al PP de Torrent. Incluso como afiliado. Sin embargo, en el post referido no le duelen prendas señalar la incongruencia de los populares en el debate sobre los residuos nucleares. Es sólo un ejemplo de cómo se puede simpatizar o militar en una formación y, simultáneamente, mostrar un desacuerdo con determinadas posturas.

De todas formas no voy a ilusionarme demasiado. Basta con repasar la mayoría de blogs, especialmente los políticos, para comprobar que el partido y su líder han ocupado holgadamente un espacio muy similar al antes reservado a la religión. La devoción y el abrazo incondicional a unas siglas podrían competir sin desdoro con la fe del más sectario adepto del credo más ultraconservador.

La culpa siempre es del otro. Por ejemplo, en materia de desempleo. Leyendo algunos blogs queda la impresión de que es el gobierno central el que está empeñado en generar empleo, mientras que es Camps en la Comunitat y Catalá en la alcaldía de Torrent los que lo impiden.

Vale. Vamos a dar esa hipótesis como cierta. La conclusión provisional, al hilo de esas opiniones, sería que el PP, con su política, dificulta la creación de puestos de trabajo en la autonomía y en la ciudad.

Ahora demos un garbeo por otras zonas de España. Para poder cotejar con lo que acontece en las autonomías del PP, fijémonos en regiones gestionadas por el partido socialista: Ahí están los últimos estudios sobre el paro de Andalucía, Castilla-La Mancha o Extremadura (históricos feudos del PSOE que jamás han estado gobernados por la derecha) y Asturias Baleares o Aragón. En todas ellas –igual que en las presididas por gobiernos populares- el paro se ha incrementado de forma notable o espectacular, según qué región. Allí, que se sepa, no gobierna Camps en la región, ni está Catalá en la alcaldía. Ni siquiera manda la “derecha”.

Por supuesto que los gobiernos locales o autonómicos, sean del signo que sean, deben de fomentar el empleo. Pero da un poco de rubor leer algunos artículos en la red en los que parece que la culpa del paro sea exclusivamente de la alcaldesa en Torrent y del PP en la Comunitat. Va a hacer ya seis años que llegó Zapatero al poder nacional. Es verdad que se ha encontrado con una crisis (que por cierto reconoció cuando ya el agua le estaba entrando por la boca), pero pienso que algo de responsabilidad tendrá de la situación en que se encuentra el mercado laboral en España. Vamos, digo yo.

26 enero 2010

Comentarios

Seguramente seré un ingenuo, pero no hay cosa más descorazonadora que leer determinados –excesivos, por desgracia- comentarios que se vierten en algunos medios y blogs locales. Ahora mismo sin ir más lejos. Acabo de leer una importante noticia en La Opinión sobre el porcentaje de trabajadores autónomos (un 6,5%) que han bajado la persiana en Torrent. O sea, más gente parada.

Acto seguido me dirijo a observar qué opinan al respecto mis paisanos. Es directamente para llorar. La bestia sectaria, que anida en algún rincón del ser humano, que no conoce ni reconocerá –ni falta que le hace- méritos en el que opina diferente, sale a pasear, protegida, eso sí, bajo el paraguas del anonimato. De un partido y del otro y del otro. En este territorio nadie tiene la exclusiva. El maniqueísmo y la demagogia de muchos de los comentarios -obviamente, no me refiero únicamente a los de esta noticia antes citada de La Opinión-, debidamente macerados en el insulto y el regüeldo, es de escándalo. Todo o es blanco, o es negro. Sin matices.

Hace ya meses que, por higiene mental, entro muy esporádicamente a determinados blogs de Torrent. Recuerdo concretamente uno –hace ya tiempo que no lo visito y, por tanto, no puedo emitir un juicio actualizado- que había llegado a convertirse, valga el símil, en una enorme palangana que acogía de mil amores las vomitonas de sus lectores comentaristas. Era el paraíso de la burla, el mote, el chascarrillo insultante y la ofensa fácil. Consentido, alentado e incluso participado todo ello por su titular.

¿Es eso todo lo que cabe esperar de esta estupenda herramienta que es internet? ¿No estamos desperdiciando una excelente ocasión, brindada por la tecnología, para el debate argumentado y la exposición sosegada de ideas? ¿No cabría realizar un esfuerzo y, dejando los prejuicios ideológicos, descubrir qué hay de verdad en los argumentos de los “rivales”? Son quizá pretensiones demasiado complicadas, pero ya os advertí que soy un ingenuo.

24 enero 2010

"No quiere" crear empleo. ¿Seguro?

Me deja pensativo el post que leo en el blog de la concejala socialista Encarna Redón. Dice así, rotundamente: “Doña Mª José Català puede crear empleo y no quiere. ¡Queremos los cines de Parc Central Ya!”. Nada más. A este texto, que es al mismo tiempo titular, le acompaña solamente una fotografía, que supongo que capta el emplazamiento reservado a los futuros cines.

Desconozco la polémica que rodea a este asunto, si es que la hay. Pero me llama la atención la contundencia de la socialista en su primer aserto: Catalá, según Encarna Redón “puede crear empleo y no quiere”. ¿Qué alcalde o alcaldesa, me pregunto con curiosidad, sería tan necio de, pudiendo hacerlo, impedir que se generen nuevos puestos de trabajo en su municipio por el mero hecho de “no querer”? Perplejidad. Tal y como pintan hoy las cosas, la creación de empleo beneficia tanto a la persona que recibe el trabajo como al político que la hace posible.

Sin embargo, ahí está, taxativamente, sin lugar para la duda, la frase de Redón: “Doña Mª José Català puede crear empleo y no quiere. ¡Queremos los cines de Parc Central Ya!”.

Otra cosa muy diferente, claro, es que este determinado proyecto de los cines esté tropezando para ponerse en marcha con algún tipo de traba administrativa, urbanística o de cualquier otro estilo. Pero entonces ya no sería que la alcaldesa “no quiere” crear empleo. Existiría un matiz nada despreciable.

Por eso, tras pensarlo, sólo puedo extraer una de dos conclusiones: o tenemos en Torrent un gobierno muy tonto que “no quiere” generar puestos de trabajo, o padecemos a algunos miembros de la oposición muy ligeros e imprudentes en sus afirmaciones.

21 enero 2010

Vicente Blasco-Ibáñez Tortosa

Me alegré hace unos días al “reencontrarme” en la web de Levante con Vicente Blasco-Ibáñez Tortosa. Cuántos años. Lo veo, casi lo adivino por lo diminuto de la fotografía, muy envejecido. Claro, que lo mismo puede decir él de mí, que me conoció con veintitantos años.

Han pasado, si mal no recuerdo, unos quince años desde que dejó la corporación de Torrent. Aterrizó en ella en 1991. Iba de número 3 en las listas de UV acompañando a José María Veguer y a Enrique Mora. Las urnas sólo concedieron dos escaños a esa formación y Enrique Mora, en lo que interpreté entonces como un acto de gran generosidad –y nadie hasta hoy me lo ha desmentido- renunció a tomar posesión de su escaño en beneficio de Blasco-Ibáñez Tortosa.

Fue un lujo compartir esos cuatro años (cada uno desde su sitio, él como político, yo como plumilla) con el nieto de Blasco Ibáñez. No entiendo por qué en la entrevista antes aludida de Levante se omite la referencia a esa etapa como concejal de Torrent. Quizá sea cuestión de espacio. O más posiblemente, que ese cargo haya quedado solapado por una vida pública tan prolija. En cualquier caso echo de menos siquiera una alusión a ese periodo.

Conforme leía sus declaraciones más reconocía al personaje. Vicente ha sido siempre tan rompedor en las palabras como persona de bien en sus actos. Recuerdo que hacía desternillarnos de risa a políticos y periodistas antes o después de los plenos con sus soflamas contra el clero en general y la Iglesia Católica en particular. Se las daba de comecuras y, por lo que ahora leo, continúa en las mismas. Con su aspecto alto y espigado, su sonrisa bonachona y su ironía punzante, Blasco-Ibáñez Tortosa arreaba a todo lo que olía a rancio y, muy especialmente, si desprendía aroma a sacristía.

Nunca entendí muy bien qué puñetas hacía en UV, aunque deduzco por sus recientes palabras que respondía a una cuestión de amistad y lealtad con el fallecido González Lizondo. Pero su republicanismo anticlerical poco casaba, a mi entender, con esa formación valencianista de burguesía conservadora y, generalmente, católica. Constituía, sí, una pieza exótica en ese partido.

Sus manifestaciones eran incendiarias, pero jamás maleducadas o groseras, y menos ad hominem. Acabado el debate podías verlo en animada charla tomando café en L’Horta con cualquiera de los concejales, compañeros o rivales. Eso era lo de menos. Por eso Vicente Blasco-Ibáñez Tortosa es de esos tipos que te reconcilian con la política. Me alegro de volver a saber de él.

15 enero 2010

El terremoto, aquí

A pesar de que Haití dista mucho más de Europa que de donde me encuentro (Ecuador), me atrevería a decir que el impacto emocional por la tragedia del terremoto padecido en ese país está siendo muy superior en el viejo continente. Resulta paradójico pero responde a cierta lógica.

Sobrevivir, simplemente, es tarea cotidiana para millones de personas, aquí, en Ecuador. La existencia pende de un hilo sutil que las pésimas condiciones de vida y, en no pocas ocasiones, la naturaleza, a menudo corta en un santiamén.

Esta actitud ante la vida forja el carácter. Seguro que muchos de mis ahora convecinos, tras conocer el caos haitiano, lamentaron primero con un suspiro los miles de muertos, para, inmediatamente, dirigir el rabillo del ojo a la tierra y comprobar que continua estable. Mañana puede ser aquí.

Juro que hasta hace dos años jamás en mi vida había sentido lo que era un temblor de tierra. En la actualidad, en este país ya he vivido más de una docena. El más fuerte, en Guayaquil el 15 de noviembre de 2007. Registró una intensidad de 6,7 grados en la escala de richter. Una cosa seria.

Era sobre las 10 de la noche, me encontraba solo en casa e iba a conectar en ese instante la televisión. Al principio el efecto se asemejaba a la vibración que produce el paso de un gran camión, para tornarse paulatinamente en un desconcertante balanceo de toda la vivienda. El suelo se movía, literalmente, bajo mis pies como en olas. Fueron 30 segundos de zozobra -en todos los sentidos- que, afortunadamente, quedaron prácticamente en nada: algún daño material aislado en la ciudad. Casi un milagro. Porque un poco más de potencia -no mucha más- o un epicentro más cercano y el seísmo hubiera amenazado hecatombe.

Aquí no sólo la tierra tremola. El volcán Tunguragua, en una región del norte, lleva semanas emitiendo cenizas que presagian erupción. Desde el pasado mes de noviembre todas las ciudades del país padecen a diario –padecemos- cortes de suministro eléctrico durante varias horas. La dura sequía -estiaje lo llaman aquí-, inédita en cuarenta años, ha obligado a unas rígidas restricciones que creo que en España no existen desde la posguerra, allá por 1940-50.

Es difícil de entender esta situación desde la opulenta Europa, donde las preocupaciones caminan por otros derroteros. Complicado es incluso para mí, que ya habito más de dos años en estos lares. Es, definitivamente, otro mundo, otra filosofía. Cuéntales que la polémica gira en torno a un referéndum para el cambio de nombre de una avenida; explícales (o mejor, inténtalo) la indignación que ha levantado que los plenos se celebren a la hora de comer; diles que la austeridad municipal ha quedado plasmada en la congelación de sueldos de los concejales. Razónaselo y obtendrás un amable pero perplejo rostro por respuesta que se pregunta qué carajo te pasa.

09 enero 2010

Por fin la verdad comienza a abrirse paso

Leo con satisfacción la extensa noticia difundida hoy mismo en la edición digital de La Opinión titulada “El tribunal de cuentas investigará los contratos con www.eltorrenti.com”. Y digo con satisfacción porque aunque en la primavera de 2007, momento en que se desencadenan los hechos que dieron lugar a la denuncia del Bloc, algo conocía del asunto, la apertura de diligencias por parte del Tribunal viene a corroborar que, efectivamente, hay posiblemente –no adelantemos acontecimientos- irregularidades que esclarecer y, en su caso, castigar.

Decía que me alegro. Y no precisamente por el desprestigio y el eventual correctivo legal que pueda recaer en el señor director de la web investigada, al que personalmente no le deseo ningún mal, sino porque por fin empieza a proyectarse alguna luz sobre una polémica que salpicó la pasada campaña electoral de Torrent.

Creo que mi postura al respecto estuvo en su día suficientemente clara en mi primer blog. Desde luego callado no me quedé. Sirvan como botones de muestra este comentario y éste otro. Por tanto, la apertura de diligencias por parte del tribunal no puedo más que saludarla con agrado porque viene a satisfacer mi reivindicación de que el dinero público no debe ser usado desde el poder para vilipendiar al adversario, y más en plena contienda electoral.

Se me puede objetar, con toda la razón, que no es la difamación el motivo de esta investigación legal, sino las presuntas irregularidades contables en los pagos por publicidad. Cierto. Como cierto es también que si la web de marras no se hubiera dedicado a difamar al Bloc en general y a la persona de mi amigo Sento Beguer en concreto, lo más probable es que este asunto dormiría hoy el sueño de los justos por la sencilla razón de que no se hubiera interpuesto denuncia alguna. Vaya pues lo uno por lo otro.

Comentario aparte merecen los gestos del PP de Torrent, algunos de cuyos miembros (hoy en el gobierno local), según leo, se han apresurado a celebrar la actuación del tribunal con alborozo. No dispongo de todos los datos, pero creo que no me equivoco si afirmo que ésta es una batalla que emprendió el Bloc de Torrent más solo que la una sin que, por desgracia, obtuviera el respaldo de ningún otro grupo municipal. Ninguno es ninguno.

No recuerdo que, ni siquiera por un elemental sentido de la solidaridad, se alzara voz alguna denunciando los abusos informativos (mejor, desinformativos) que se perpetraban contra el Bloc con el dinero de todos. PP y UV, entonces en la oposición, callaron como momias e incluso contribuyeron a nutrir con cierta publicidad esa página web, mientras desde allí mismo, casi a diario, se insultaba, ridiculizaba, menospreciaba y deshonraba a Sento Beguer.

Por eso me parece injusto, por decirlo suavemente, que a toro pasado y con el viento a favor algunos se atrevan a colgarse públicamente medallas que en modo alguno les corresponden. Menos ínfulas ahora y más apoyos cuando era el momento.

19 diciembre 2009

Desalentador panorama mediático

Mal deben de andar las cosas cuando una de las informaciones más comentadas en casi todos los medios españoles estas vísperas navideñas, la noticia estrella, es el cambio de cara de una paleta de barrio elevada a estrella de televisión. Todo un síntoma de la altura intelectual de la sociedad y del nivel que están alcanzando unos medios de comunicación (y me refiero a los supuestamente cultos) que han bajado escandalosamente en los últimos años el listón, no sé si para acomodarse a las exigencias de una audiencia banal y mayoritariamente inculta o para ahorrarse los costos de contratación de mejores profesionales.

Y en medio de todo esto, leo por internet que el panorama televisivo nacional está a punto de transformarse mediante una serie de sorprendentes fusiones entre cadenas. Parece que ya es un hecho el pacto entre Tele5 y Digital + (Cuatro), por el cual la primera se hará con el control mayoritario del canal en abierto de la cadena de Polanco. Vivir para ver. El emblema de la tele-mierda acostándose (muy propio) con los “exquisitos” progres de Prisa.

Acabo de ojear por la red el editorial que El País (Prisa) dedica al asunto. Personalmente yo le agradezco al periódico de Polanco que me obsequie con humoradas tan gratas a primera hora de la mañana como la de hoy. Nada tan saludable como unas risas para comenzar el día. Tras las rimbombancias de rigor para introducir (y justificar) la fusión con Tele5, el artículo-editorial de El País concluye: “Los hechos han demostrado que no había mercado suficiente para una nueva cadena (La Sexta) y que el Gobierno actuó irreflexivamente al no calcular los límites, en su interés por facilitar una licencia a un grupo de comunicación afín. También ha quedado claro que no había un plan organizado para ordenar el mercado televisivo”.

La veracidad de esta aseveración sólo es comparable a la jeta de los que hasta hace muy pocos años y durante décadas sólo tenían que insinuar una petición al poder para que los gobernantes perdieran el culete para satisfacerla: absorción de Antena 3 Radio, concesión de Canal+ en modalidad de pago (cuando habían otras empresas, como el Grupo Z, que ofrecían televisión en abierto), conversión cuando les convino del propio Canal+ en un canal en abierto (Cuatro)… Ahora osan hablar de "canales afines" al gobierno, olvidando los multimillonarios favores obtenidos y aúllan como lobos malheridos y quejosos. De pena. Y también de risa.

Cambiando de tema: os deseo a todos unas felices fiestas de Navidad y una mejor entrada del año 2010.

17 noviembre 2009

Juan Gurrea

Me quedé helado hace un par de días (domingo 15 de noviembre) al leer por internet el repentino fallecimiento, al parecer por un infarto, del ex concejal socialista de Torrent Juan Gurrea. Aunque nunca llegamos a intimar, a pesar del trato continuado durante más de diez años, su muerte me ha producido un fuerte impacto, sobre todo al considerar su relativa juventud, 53 años.

Estoy igualmente sorprendido del escaso eco que ha merecido este suceso para algunas páginas web de la ciudad, empezando por la oficial del Ayuntamiento de Torrent (ni una alusión a la defunción del ex concejal y de esto la alcaldesa María José Catalá debería tomar buena nota) y pasando por los blogs personales. En toda la blogosfera local sólo he hallado tres pequeñas (y sentidas) referencias en La Sombra de Luis de la concejala Encarna Redón, Valores Políticos de Juan Antonio Castillejo y en el Blog de Ricardo Campos.

En todo caso, justo es reconocerlo, la información del óbito y la semblanza de Juan Gurrea han venido de la mano, más o menos extensamente, de medios como La Opinión, Levante y Las Provincias.

Juan Gurrea, Juangu como le llamábamos, se mantuvo siempre a la sombra, al servicio de los que de verdad mandaban. Tras unos primeros años en la delegación de Sanidad y Bienestar Social, que curiosamente compaginó unos meses con la Concejalía de la Mujer (siendo hasta la fecha el único hombre en Torrent que ha ostentado esta delegación), asumió, sustituyendo a Ximo Planells, la cartera de Hacienda. La economía municipal atravesaba entonces uno de los momentos más difíciles y ese cargo le costó no pocos disgustos, quebraderos de cabeza y, posiblemente, su propia salud. Tuvo que lidiar en esos primeros tiempos con los complicadísimos números de Torrent, que eran un auténtico rompecabezas; con un interventor afín al PP que jugaba a la contra (más tarde lo cambiaron); y con José Luis Ibarra enfrente, que de cifras se lo sabía todo. No era poca cosa.

Que su salud no era precisamente de hierro quedó constatado en diferentes episodios. No sabría decir exactamente el año, posiblemente recién entrados los 90, pero creo que los periodistas que estuvimos presentes en la sala no podremos olvidar aquella tarde en la que, en mitad de su primera intervención en el pleno de los presupuestos municipales, a Juan Gurrea se le empezó a trabar la lengua. Recuerdo especialmente la reacción de José María Veguer, que asustado pidió casi a gritos “que le dieran algo”. A Veguer se le sumaron otros miembros de la corporación porque aquello realmente tenía muy mala pinta. Aunque algunos minutos más tarde la sesión se reanudó normalmente aquel percance evidenciaba la enorme tensión que Gurrea había acumulado preparando el debate.

Años más tarde, en 1998, tuvo que ser hospitalizado por un achaque cardiaco. Parece que a ello “contribuyó” un informe técnico muy desfavorable de un alto funcionario municipal en el que criticaba ferozmente muchos de los números del gobierno local. Los medios de comunicación que tuvimos acceso a dicho informe lo habíamos, obviamente, difundido, lo que sin duda había acrecentado (involuntariamente, qué duda cabe) las tribulaciones del ya de por sí atribulado edil. Cuando, acompañado de otra periodista, fui a visitarlo al hospital, lo primero que nos espetó entre el reproche y el humor fue, literalmente: “qué cabrones sois”.

Afortunadamente se recuperó de aquel trance y continuó con su labor al frente de la Hacienda local. Muy pocos meses después, en 1999, yo abandoné la prensa local y le perdí la pista del día a día. Seguí sabiendo de él, al igual que de otros concejales, por los medios de comunicación y por conversaciones con compañeros periodistas.

En lo personal apenas tuve relación con él, más allá de un trato siempre educado y cordial, pero muy lejos de las camaraderías y confianzas de otros concejales. Tengo para mí que huía de la prensa como el gato del agua hirviendo. Hasta donde sé, mantenía excelentes relaciones con sus compañeros en el gobierno local de entonces Severino Yago, Jesús Fargallo y con Pepe Bresó, su gran valedor político.

El domingo, como decía, me enteré desde muy lejos de que Juan Gurrea ha fallecido inesperadamente. Reconozco que la noticia me ha impactado mucho. Descanse en paz y un abrazo para toda su familia y a todos los que le querían.

24 enero 2008

Torrent nunca es suficiente

[A modo de introducción o de disculpa: Problemas de tiempo que, sospecho, se van a prolongar, me impiden escribir con la periodicidad que me gustaría. De hecho, son más de dos meses los que han transcurrido sin dejar una línea por aquí. Hoy rompo este silencio –que, insisto, creo que lamentablemente va a ser habitual- por el estupor y el cabreo que me ha producido saber que la alcaldesa de Torrent compaginará su cargo con el de diputada, al figurar como número 4 en la candidatura por Valencia del PP]


¿Qué? ¿Qué la alcaldesa de Torrent ha accedido a ir en la candidatura del PP del próximo 9-M? ¿Qué además va de número 4, lo que le garantiza prácticamente un escaño en Madrid?

Señora Catalá, ¿a qué estamos jugando? Todavía no ha conseguido tomar las riendas de la ciudad e hilvanar una gestión municipal medianamente coherente, ¿y ya está pensando en asumir otras responsabilidades que además se sustancian a 360 kilómetros de distancia? Y, dígame, si no es molestia, ¿cómo va a compaginar el cargo de alcaldesa de Torrent con el de diputada nacional? ¿En plan días pares lo uno, días impares lo otro? Porque, bromas y tópicos al margen, lo cierto es que la dedicación a un cargo sustrae atención al otro.

No digamos ya si el PP gana las elecciones y usted ocupa cargo en alguna comisión en el congreso o alguna sinecura de similar calado.Y pienso que no es plan ni de defraudar a los vecinos de Torrent, a los que se debe, ni tampoco de decepcionar a los votantes del PP valenciano, a los que se deberá también.

Estoy irritado, sí. A muchos, miles kilómetros de mi querida ciudad y no salgo de mi asombro. No sé quienes son los genios que manejan los partidos. De todos. Unas veces imagino a un corro de supuestos asesores expertos diseñando sesudamente las estrategias que, por supuesto, pasan por halagar al líder (o a la líder), beneficiar al partido y, si preciso es, pisotear a los votantes. Pero otras veces, la mayoría, presiento que esos movimientos, de puro patateros, no pueden en modo alguno obedecer a cálculos teóricos bien estudiados, sino tan sólo a impulsos interesados y personalistas. Algo mucho más pedestre, a lo que se ve. Sea como sea y en ambos casos, como también queda claro, el interés general se la suda.

Me indigné públicamente en su día con Jesús Ros (septiembre de 2004) por esa espantá poco después de un año de revalidar la mayoría absoluta. Evidentemente, quedaba al descubierto que su intención en las elecciones de mayo de 2003 había sido ganar y retirarse para dar promoción a su ungido. Un fraude a los ciudadanos, según mi personal punto de vista.

Pero es que ahora llega María José Catalá y cuando todavía no ha calentado el sillón de alcaldesa (apenas 7 meses desde junio en que tomó posesión) pretende ocupar simultáneamiente escaño en Madrid. A mí que me disculpen, pero no lo entiendo. ¿Tan pocas personas con vocación política hay que hace falta que la alcaldesa de Torrent sea a la vez diputada nacional? ¿Tan escasa es la cantera que fue preciso hace no muchos años que Ros tuviera que ser al mismo tiempo alcalde y diputado autonómico? ¿O es que el potaje se lo guisan y se lo comen los pocos que están en la pomada?

Mi apreciado Arturo García, que en este asunto discrepa totalmente de mi opinión (o yo de la suya), se felicita en su blog por no sé qué cálculos de la representación de Torrent en el ámbito nacional (a nivel nacional, que dirían los de la Logse, pues como es sabido Torrent se sitúa unos 100 metros por arriba del resto del país). Y alude a Eva Amador como única persona de la ciudad hasta ahora que ha ocupado escaño en el Congreso.

Hombre, Arturo, ya que sacas el episodio y ya que lo viví directamente como periodista, permíteme añadir que desde que Eva Amador se fue a Madrid (compaginando el cargo de diputada con el de portavoz popular de Torrent de un grupo con seis ediles) no se ha visto en la ciudad legislatura con una oposición más deslabazada, menos coherente, más anodina y más enfrentada (Ibarra pasó al Grupo Mixto). Un desastre, vaya. No es que la historia se tenga por qué repetir, pero...

08 noviembre 2007

La gran evasión

Un buen termómetro para saber si determinado medio de comunicación afronta, encara, aborda sin complejos un asunto concreto, consiste en echar un vistazo a sus editoriales. Si el partido POEZ (siglas inventadas) ha celebrado su megacongreso del cambio y al día siguiente el periódico El Plis se desmarca en su editorial con la crisis de la agricultura en Armenia, yo, al menos, tiendo a pensar: pastel al canto. O, al menos, silencio toca. Es, parafraseando el título cinematográfico, La gran evasión.

No hay nada como irse por los cerros de Úbeda, bajo un no sé qué de justificación de la actualidad, como para esquivar toreramente los asuntos de interés sobre los que procedería un pronunciamiento, una opinión.

Ya sé que el concejal Ramón Pacheco no constituye un medio de comunicación en sí mismo. Es solamente, como yo mismo de estas líneas que leeis, autor de un blog local. Pero, sinceramente, a tenor de su función como concejal socialista y, por lo que aseguran los periódicos, de miembro activo de la corriente crítica del PSOE de Torrent, hubiera cabido esperar de él estos días alguna opinión personal en torno a la asamblea en que su partido iba a elegir secretario general. No ha dicho esta boca es mía. Ni un comentario.

Lo cual sería explicable si Ramón se dedicara a hablar sobre medicina, su profesión. O de cualquier otra cosa. Pero es que le priva fundamentalmente, por lo que se puede leer en su blog, la política. Si le pirra la política, podéis preguntar (yo, de hecho, me pregunté, indagué y busqué en su día en sus anotaciones), ¿cómo analizó la precipitada dimisión de Joan Ignasi Pla a raíz de unas denuncias filtradas desde el propio partido socialista? Respuesta: Ramón no ha dedicado ni una sola línea de un solo comentario a ese asunto.

Vale, podéis seguir argumentando. Eso quiere decir que el concejal socialista bloguero de Torrent centra sus elucubraciones en la vida de la ciudad. Falso, os respondo. Un alto porcentaje de comentarios (propios o de copia y pega, que desde ese momento se asumen como propios, ¿o no?) los dedica a criticar la política autonómica, e incluso la política nacional. Sin ir más lejos sus dos últimos post giran en torno a la sentencia del 11-M y sobre Aznar.

Hombre, me diréis, pero puede dedicar su blog a lo que quiera. Por supuesto. Y yo también. Y como yo también puedo, digo que no entiendo cómo Pacheco no ha mencionado para nada (y para nada es para nada) su posición respecto del proceso de elección de secretario general del PSOE de Torrent.

Como me temo, muy a mi pesar, que en el blog de Ramón seguiréis sin encontrar ni un solo comentario sobre el asunto, os informo que Josep Veiga ha sido reelegido secretario general de la agrupación socialista por 140 votos frente a los 90 que obtuvo su oponente José Saiz. Los pronósticos difundidos semanas atrás por los medios se han cumplido. Que sea lo mejor para los socialistas de Torrent.

Por cierto, ya que Ramón sacó a colación el tema (copiando y pegando, eso sí), mi opinión sobre la función de la prensa en el 11-M queda reflejada perfectamente en este artículo antológico que publicó Victoria Prego en El Mundo. Sirve para antes y despúes de la sentencia. Buen provecho.

04 noviembre 2007

Vuelve el blog Ciutat de Torrent. ¿Es preciso el anonimato?

Los compañeros, en tanto blogueros, de Ciutat de Torrent parecen habérselo pensado mejor y, tras el anuncio hace unos meses de bajada de persiana definitiva, han reaparecido estos días en el espectro del ciberespacio local. Lo celebro. Cuantos más seamos, más reiremos. Por lo que a este modesto y lejano blog atañe, ya están incluidos en el listado de links. Abajo a la derecha. El que así lo desee, que pique y los lea.

Sólo me nace un reproche, queja o llantina. Los amigos del Ciutat de Torrent insisten en mantenerse en el anonimato. Desde la bien sentada premisa de que esa postura (ocultar la autoría) es legítima en internet, no es menos cierto que un blog gana en credibilidad desde el momento en se conoce el nombre, o los nombres, del que está detrás.

A decir verdad, por más que lo pienso, se me hacen poco explicables las razones que pueden existir para que las anotaciones de alguien (o “alguienes”) no estén respaldadas por una identificación. Y más por un blog como el CdT cuya tónica no ha sido precisamente faltar al respeto a nadie.

¿Que tenéis una tendencia política definida? ¿Que sois pro gobierno municipal? Vale, muy bien. ¿Y qué? ¿Dónde está el problema, que no lo veo? En esta blogosfera de Torrent quien más, quien menos, muestra sus ideas y sus opiniones. Por haber, hay concejales como Ramón Pacheco o Encarna Redón que tienen blogs en los que exponen, sin cortarse, sus planteamientos. En otros casos, al que me adscribo, la ideología suele ser bastante errática, cuando no caótica. Las hay peores, incluso, todo hay que decirlo. Y todo se firma y no pasa nada. ¿Qué habría que temer y a quién?

Sinceramente, no entiendo a qué obedece ese afán por permanecer ocultos tras los matorrales. No obstante, por lo que a mí respecta, sed de nuevo bienvenidos en vuestra reaparición a la pista del ciberespacio torrentino.

31 octubre 2007

Por encima, el recuerdo

Me siento de cara al ordenador, como de costumbre. Aunque por estos lares no han dado todavía las 10 de la noche, os imagino a la mayoría de vosotros durmiendo ya el quinto sueño como marmotas. Y eso que mañana -hoy- es festivo. Todos los Santos, una fecha muy apropiada para el recuerdo de todos los que quisimos y nos dejaron.

Nombres y más nombres se agolpan en mi memoria. Una técnica infalible para constatar que uno envejece consiste en contabilizar cuántas personas que pasaron por tu vida han abandonado ya este mundo. Empiezan realmente a ser muchas, en mi caso.

Busco material para el comentario de hoy y se me abren varios frentes. Podría continuar, por ejemplo, con los tiras y aflojas dentro del PSOE de Torrent. He podido leer un documento firmado por un grupo de militantes socialistas que se hacen llamar Movimiento por la Renovación. En él abogan entre otras cosas por que en su partido “fluyan la información y las ideas, es hora de abandonar los pequeños círculos pensantes para dar juego a mentes sobradamente preparadas, es hora de abandonar la “cabotá”, es hora de pensar por uno mismo (...)". Asunto interesante éste de una corriente interna, al parecer organizada y dispuesta a contestar los tradicionales usos de poder dentro de la agrupación socialista de Torrent.

Me llamá también la atención la noticia de que las autoridades autonómicas han dado marcha atrás y finalmente han fijado el comienzo de la contrucción del hospital de Torrent para dentro de dos años. Si es cierto, hemos de felicitarnos. Todavía más si esa rectificación se ha debido, como apunta la misma información, al revuelo que generó días atrás el anuncio de que dichas obras no se iniciarían hasta 2011. Esa indignación sumada, imagino, a los buenos oficios del gobierno municipal ante el Consell han propiciado que la edificación de la instalación sanitaria empiece en esta misma legislatura.

Querría también felicitar al médico y ex concejal de Torrent Miguel Ángel Furió que hace unos días presentó en la casa de la cultura su CD de poemas “Con la brisa del alba”. Es una nueva obra de este conocido galeno local que, de vez en cuando, hace también sus incursiones en la literatura. Mi enhorabuena para él.

Ya veis, temas no faltan para el post. Sensibilidades partidistas, hospital, poemas, y algunas cosas más que no he referido. Sin embargo hoy prefiero mentalmente acercarme al Cementerio Parroquial de Torrent y depositar en su entrada una rosa por todos los que amamos y ya se nos fueron. Para ellos.

29 octubre 2007

Del poder

Cuando leí el reportaje-análisis que hace unos días ofrecía el diario Las Provincias acerca de las crisis (what crisis?) del PSOE de Torrent, no pude dejar de evocar la célebre pintura goyesca de inspiración mitológica titulada Saturno devorando a sus hijos. Vaya por delante que me baso exclusivamente en esa información. Me fío en la medida en que ha sido difundida por un periódico serio, y, en general, riguroso. Pero no tengo más datos de momento.

El análisis de Las Provincias presenta el escenario desde el principio como una disputa entre Ros y Bresó. "La lucha fratricida del PSPV", titula, de hecho. Aunque, más que entre hermanos, y a tenor de los protagonistas, la "batalla" se asimila más bien a la de un padre (Ros) contra el hijo (Bresó) que pugnan por el dominio del partido.

Según anuncia el referido diario, el resultado de la próxima asamblea que elegirá al secretario general está ya decantado a favor del primero, ya que Bresó y sus alianzas (los ciscaristas, vivir para ver) no gozan de suficiente peso específico como para derrocar las preferencias de Jesús Ros.

Parece cantado por tanto que Josep Veiga continuará al frente de la secretaría general socialista de Torrent tras el seísmo (de escasa magnitud, a lo que se ve) que sacudió la agrupación escasos días atrás. Hasta aquí, más o menos resumida, la noticia leída.

Ahora la reflexión. En todos los partidos y en todas partes (quiero decir que no me ciño exclusivamente al PSOE de Torrent) parece que rige un principio: todo aquel que ha disfrutado de grandes dosis de poder, cuando por fin lo abandona tiende sin embargo a seguir manteniendo un tutelaje sobre la persona que él mismo designo para sucederle. E incluso procura que los éxitos del ungido no sobrepasen los que él alcanzó.

Hace algunos años fui testigo de como se tornaba hosco el semblante de un conocido ex alcalde de una localidad cercana a Torrent, e incluso me atrevería a decir que adquiría tintes de irritación, la noche electoral que conocía que su delfina (pues era mujer) superaba en dos el número de concejales que él había logrado cosechar en los comicios de hacía cuatro años. La sucesora había sido designada por él casi a dedo. Lo lógico, pues, era que bailara con un pie, en tanto el éxito de la nueva alcaldesa era, en buena medida, mérito suyo. Pues no señor. Una comezón difícil de explicar le desasosegaba. Bien estaba que la otra ganara, pero ¿que le superara? El sapo era demasiado indigesto.

Quizá sólo desde esa complicada óptica se puedan explicar las generalmente enrarecidas relaciones que sostienen los hombres que lo han sido todo con los que le han seguido. A nadie nos resulta difícil poner nombres en todos los ámbitos.Y es que Saturno, volviendo al cuadro que me vino a la mente al leer la información periodística, se resiste a caer destronado, aunque para ello tenga que desgarrar el cuerpo de uno de los suyos.

28 octubre 2007

Brindis por un maestro de la radio que se nos fue

Me vais a disculpar, pero con vuestro permiso voy a dedicar el comentario de hoy a algo, o mejor, a alguien, ajeno a la vida de Torrent, aunque, a buen seguro, no a muchos de sus vecinos. En la tarde del pasado sábado 20 de octubre moría repentinamente el locutor de radio Juan Antonio Cebrián, fundador, director, conductor y alma mater del programa nocturno de Onda Cero "La Rosa de los Vientos". Un fallecimiento para nada previsible (fue consecuencia de un infarto fulminante ) que se producía a la tempranísima edad 41 años.

Cuando leí la noticia en la prensa digital, el estupor inicial fue dando paso a la consternación. Se iba uno de los responsables de mis noches de insomnio. No era que recurriera a la La Rosa de los Vientos porque no podía dormir, sino que prefería escuchar al Cebri y su equipo antes que conciliar el sueño. Sólo la radio tiene estas cosas. Y sólo los fieles a un espacio pueden -podéis- entenderme.

Tropecé con la Rosa allá por el 2000. Rápidamente constaté que se trataba de un estilo de radio nocturna diferente, alejado de las monsergas habituales ocupadas en gran parte por las confesiones de neuróticos y obsesivos. Juan Antonio Cebrián sumergía a su oyente en la historia, la parapsicología, el medio ambiente, las biografías, los enigmas, la ciencia y el humor, todo con una naturalidad, un oficio y una frescura admirables.

Pero incluso por encima de estos magníficos contenidos se elevaba la bonhomía de Juan Antonio. Que, por cierto, ha quedado también como un ejemplo de superación personal admirable, legándonos la brillante enseñanza de que una minusvalía -era ciego, a causa de un accidente- no tiene por qué ser obstáculo insalvable para el que pone fe, ganas e ilusión en algo.

La complicidad de sus oyentes ha quedado plenamente acreditada con el número de webs, blogs y páginas personales directamente entroncadas con el programa que han proliferado en la red a lo largo de los años . No en vano La Rosa de los Vientos conserva la etiqueta de "programa de culto". No es, en absoluto, exagerado.

Hace nueve días se iba uno de los grandes de la radio. Personalmente creo que los medios escritos no le han hecho la justicia que merecía: la noticia de su muerte y algunos obituarios más o menos extensos. Poco más. Muy escaso en cualquier caso para quien acumuló tantos méritos como comunicador.

Por suerte, nos quedan todavía, sus últimos programas y sus muchos libros y artículos. Esta maravilla que es internet supera espacio y tiempo y, en este caso concreto, trasciende a la muerte. Aquellos que lo deseen pueden volver a escucharlo, siquiera sea por unas semanas, mientras Onda Cero conserve en su fonoteca sus últimas intervenciones radiofónicas.

Sea pues, este post un homenaje al Cebri, con el que tantas horas nocturnas compartí.

26 octubre 2007

El concejal Miquel se luce

Un Correllengua es un acto público de carácter cultural y festivo destinado reivindicar un determinado sentimiento de la le lengua. Digo “determinado sentimiento” porque, para nuestra desgracia, todavía hoy en la Comunidad Valenciana no hemos sido totalmente capaces de superar esa división sobre el idioma autóctono en la que llevamos inmersos desde hace décadas. Un enfrentamiento en muchos casos ficticio, interesado y alentado desde ciertos sectores que pretenden capitalizarlo políticamente. De ambos lados.

En cualquier caso creo que los convocantes del Correllengua no engañan a nadie: todos sabemos el concepto de territorio y lengua que sostienen. Se puede compartir o discrepar, pero jamás negar el derecho que les asiste a expresar públicamente sus ideas.

El concejal de Seguridad Ciudadana de Torrent, Santiago Miquel, en una de las más torpes (por decirlo suavemente) decisiones que se han tomado desde que gobierna el PP en el ayuntamiento, decidió, no se sabe muy bien en razón de qué, prohibir el Correllengua que iba a discurrir por las calles de la ciudad a principios de este mes de octubre. Por lo leído en los medios digitales deduzco que adujo la eventualidad de que se pudieran producir disturbios o algaradas que afectaran al orden público. O sea, una prohibición preventiva; o sea, al más puro estilo de la censura previa.

Fue una medida tan obtusa que consiguió de un plumazo efectos negativos a múltiples bandas: atentar contra la libertad de expresión y manifestación constitucionalmente reconocidas; dejar en evidencia al equipo del PP de Torrent como un órgano intransigente y de tentaciones totalitarias; soliviantar a los organizadores, participantes y ciudadanos en general; y, de rondón, convertirse en caja de resonancia, de tal forma que la noticia se ha extendido como una mancha de aceite provocando la natural perplejidad e indignación.

Y como colofón necesario, la reedición de la convocatoria del Correllengua, que, si no me equivoco, se estará celebrando esta misma tarde e, imagino, que con la lógica creciente participación e intensidad que provoca la reacción al veto. Como veis, toda una genialidad del concejal Miquel. Se puede actuar con mayor ineptitud política. Pero a fe que es difícil.

24 octubre 2007

Las promesas del tócame Roque: hoy como ayer

Uno, en su utopía, siempre ha querido encontrar en la política una especie de principio de la equidad o, más simplemente, de la justicia. De tal forma que, como casi todo en la vida, los resultados obtenidos no sean otra cosa que la consecuencia natural de los méritos, o pifias, acreditados.

Es, como digo, un anhelo. Porque si hay una actividad humana empeñada en contradecir la lógica, esa es la política. No existe código alguno en ella que sancione o inhabilite a un candidato porque sencillamente fue incapaz de cumplir las promesas con las que se presentó a las elecciones. Ese código, en todo caso, reside en la voluntad popular. Santa palabra.

Un ejemplo harto conocido de la reciente historia local: Ros introdujo en 1999 la novedad en Torrent de las "Tarjetas promisorias", inaugurando en la ciudad una nueva modalidad de marketing electoral. Eran, como muchos recordaréis, unas tarjetitas plásticas de pequeño formato "para que se puedan llevar en la cartera y los vecinos me puedan pedir cuentas". Dicho por él mismo en la presentación del invento.

En el anverso de dicha tarjeta figuraba el rostro del candidato mirando al infinito. O quizá meditando sobre el alto significado histórico de llevar el peso de una ciudad sobre los hombros. O cualquier otra vaina, que no sé. A la imagen le acompañaba una frase categórica: "Mi compromiso con tu familia". Y en el reverso, cinco promesas electorales que resumo rápido: piscina cubierta, ciudad del ocio y deporte, edificio metro, cheque bebé y libros de texto gratuitos.

Y por encima de estos cinco epígrafes, con fondo rojo y letras blancas, las palabras más impactantes del asunto: "si no cumplo todos estos compromisos no mereceré más tu confianza como alcalde" (aunque lo entrecomillo no puedo asegurar que sea totalmente literal porque no la tengo a mano; pero me habré ido por muy poco). El candidato empeñaba poco menos que su honor. Lo nunca visto.

Ros ganó esos comicios del 99 recuperando de paso la mayoría absoluta. Pasaron los cuatro años preceptivos y se convocaron las nuevas elecciones para el 25 de mayo de 2003. Para esa campaña, de las cinco promesas sólo dos se habían cumplido: el cheque bebé y los libros de texto gratuitos. De los otros tres ambiciosos proyectos dos -edificio metro y ciudad del ocio- estaban recién comenzados y el otro, la piscina cubierta, se encontraba en fase de aprobación.

El morbo estaba servido. El propio partido socialista de Torrent ni se molestó en rehuirlo. Como para ir abriendo boca, instaló su caseta electoral en el punto donde suele, que no era otro que el bulevar de la avenida justo, justito enfrente del solar en que se hundía el inmenso socavón donde se comenzaban a colocar los primeros pilares del edificio metro. Imaginad la escena: el candidato a la alcaldía (y alcalde) pidiendo el voto a vecinos y paseantes a menos de diez metros de una de las más clamorosas evidencias de que no había cumplido su promesa. La pera limonera. Si no hubiera sido gratis habría merecido la pena pagar sólo por meter las narices y contemplar.

Ya despues de eso, poca contrición cabía esperar. En los actos-mítines ni una referencia a la tarjeta, ni una explicación, ni una excusa, ni mucho menos una disculpa. Nada. Como si aquel contrato entre candidato y ciudadanos (que no otra cosa son las promesas electorales) jamás hubiera existido. Sólo quedaba por ver cómo reaccionaba el pueblo ante las urnas. ¿Sería capaz de decir: "oiga, señor alcalde, que usted nos ha tangado"? Pues no. Y encima lo premió con dos concejales más.

Si de cinco compromisos cumples dos, y en lugar de abucheos te llevas una cerrada ovación, conclusiones: a) eres un artista; b) puedes ya hacer (o no hacer) desde el poder casi todo lo que te propongas; y c) el pueblo da su legítimo veredicto, pero pasa de promesas o no promesas como de una cosa que me callo.

Se puede leer estos días en varios medios de comunicación que el célebre hospital de Torrent con el que concurrió a las últimas elecciones el PP triunfante no se construirá durante esta legislatura, como se anunció a bombo y platillo. Ya empiezan los recules. Dicen ahora desde las consellerías que tendrá que esperar hasta 2011 como poco.

La cosa, como veis, desprende un aroma Nescafé muy similar a la batallita de la tarjeta de Ros que os acabo de narrar. "Tú promete, que estos comen de todo", parece que es el principio activo de los diseñadores de las campañas."Éstos" somos nosotros, los ciudadanos. Naturalmente.

Quiero pensar que la alcaldesa de Torrent y su equipo están comenzando a remover los cielos autonómicos y las tierras presupuestarias para que este anuncio de retraso se quede sólo en un amago. Porque yo no sé si -visto lo visto- la no construcción del hospital en plazo les pasará factura electoral. Cabe que, como en el anterior caso, con buenas palabras, sonrisas, afabilidad y don de gentes la mayoría trague. Muchos, efectivamente, comen de todo. Pero sin duda con estas promesas del tócame, Roque el prestigio de los políticos comienza a ser equivalente al valor de sus promesas. Cero.

23 octubre 2007

El patio mediático local

En éste segundo aterrizaje en la arena bloguera local, tras cuatro meses, compruebo cambios sustanciales en el panorama mediático de Torrent. Algunos blogs desaparecieron. Unos porque consideraron cumplidos sus objetivos, y otros porque la línea insultante y difamatoria que seguían era sencillamente insostenible. Y de juzgado de guardia. Otra nota relevante es que casi todos los blogs (diría que todos) tienen –tenemos- autor conocido y responsable de lo que en sus comentarios se publica. Creo que cabe felicitarse por ello.

La mayoría de los cuadernos personales continúan, cada cual con su estilo y tendencia: sin ánimo de ser exhaustivo ahí están, abordando asuntos de información local, Torrent Millor, Delincuente fallero, El carrer Major o La Vieja Guardia. A ellos se añade un sinnúmero de blogs de carácter más costumbrista, cultural y anecdótico, algunos escritos con una prosa admirable: Miope, La casa de plastilina, o Tomateta i pimentó, entre otros muchos más.

Por último, hay que saludar la incorporación de dos webs firmadas por políticos locales en activo, ambos del partido socialista: sus autores son Encarna Redón (La sombra de Luis) y Ramón Pacheco (Salud, compañeros).

Para no hacerlo muy largo, aquí a la derecha os sugiero los enlaces de algunos blogs y webs que podéis visitar. No están todos, pero sí los que me merece la pena seguir por su interés. Quizá me haya dejado alguno en el cibertintero. Iré subsanando esas posibles omisiones en próximos días.

En los comentarios de los pasados días, principalmente por circunstancias de la actualidad política, me he tenido que referir (con mayor o menor acierto) con reiteración a Ramón Pacheco. No conozco personalmente a Ramón. Las veces que me han hablado de él ha sido casi siempre para elogiarlo. Le reconozco además la audacia de mantener abierto un blog que, ocupando un cargo de concejal, no elude los asuntos de la más candente actualidad. Lo sigo –como ya dije en anteriores posts- diariamente desde sus orígenes y, como todo en la vida, unas opiniones las suscribo y otras para nada. Quiero decir con esto que, aunque lo hubiera podido parecer, estas líneas no buscan el enfrentamiento ni con él ni con nadie.

Hay más páginas, claro. Algunos siguen, erre que erre, por donde solían. Que les sea leve. Únicamente me queda desearles que el tiempo no acabe dispensándoles el mismo jarabe que ellos administran públicamente a otras personas. Es todo lo que tengo que decir a ese respecto.

Y nada, que aquí estamos de nuevo, con una filosofía diferente a la de Torrent en un blog que viene marcada por la distancia, con la única pretensión de complementar modestamente con mis aportaciones este rico panorama mediático local. Para lo que me necesitéis.

22 octubre 2007

Más PSOE

Vaya por delante que estos comentarios que redacto pretenden ofrecer una personal explicación (y, por tanto, limitada) sobre aquellos acontecimientos de Torrent de los que me llega noticia. Son aproximaciones, voluntariosas, eso sí, pero que pueden ser complementadas (o sencillamente contradichas) por opiniones ajenas.

Un amable lector, en referencia al último post sobre el PSOE de Torrent, me dice que es “un mal análisis por tu parte”. Quizá. O, si no mal análisis, posiblemente incompleto. Y más conociendo un poco el paño de la vida interna de los partidos, trenzada con numerosísimas, y en ocasiones insospechadas, variables.

Sin ir más lejos, un amigo socialista de Torrent, presente en la polémica asamblea me ofrece hoy más información. Como me lo dice os lo cuento. Reconoce, como primera providencia, que la cosa está “caliente, caliente”, fruto del pacto entre militantes críticos y el sector “ciscarista” que preparan una candidatura a la ejecutiva que posiblemente encabezará Ramón Pacheco como aspirante a secretario general.

La maniobra, comenta este militante, ha cogido con el pie cambiado a los dirigentes locales. Él no dice “con el pie cambiado”: utiliza una expresión más rotunda y, por tanto irreproducible en un blog que, como éste, tiene como norte y guía el fomento de las buenas costumbres, la armónica vida familiar, la exquisita educación de los más pequeños del hogar y quien no quiera polvo, que no vaya a la era. Etcétera. Tras estas siempre edificantes gotas de moralina, prosigo.

Ese pacto, fraguado entre críticos y ciscaristas, añade el afiliado (cuyo nombre preservo para no verlo mañana mismo rodeado de monopatines en medio de la Plaza de la Libertad de la patada que le habrían propinado), es como mínimo “sorprendente” pues aúna a gente de dilatada experiencia y grandes servicios prestados al socialismo local en el pasado con militantes de talla ínfima “pero de boca muy larga”. Y se despacha a gusto con una conocida afiliada que se compara públicamente con Jesús Ros. Ahí queda eso.

El atribulado militante socialista de Torrent concluye su correo diciendo que todo está en el aire, que el sector oficial se movilizará para reconducir la situación y que ya veremos. Y yo, además de enviarle ánimos, agrego, sin añadir ni quitar, todos estos datos –con su permiso- a la información (o análisis) que escribí ayer.

21 octubre 2007

Aguas revueltas en el PSOE de Torrent

La pérdida de las elecciones comienza a pasar facturas al PSOE de Torrent. De momento y, según lo que he podido leer en una noticia publicada en el diario Levante, el actual portavoz, Josep Veiga fue forzado por la militancia a dejar la secretaría general de la agrupación socialista local. Todo ello el pasado viernes en una convulsa asamblea en la que, según deduzco, se mezcló la indignación por los resultados electorales, las rencillas entre las diferentes corrientes del partido y, atención, los intereses personales por conservar cotas de poder.

El pato lo pagó Veiga, que, a la vista de la contestación interna a su gestión (un 60% en contra) renunció a continuar en el cargo orgánico. Digo “pato” y me voy a explicar. En principio y sobre el papel el secretario general es la máxima autoridad del partido. Él, junto a su ejecutiva, diseña la vida interna de la agrupación y, por tanto, se hace responsable de los éxitos o fracasos de los socialistas.

Eso dice la teoría, claro. En la práctica, en Torrent, el aparato del partido socialista (por tanto, el secretario general también) ha estado subordinado a la persona del alcalde, que, aun sin ser la figura más relevante en la ejecutiva, ha hecho y deshecho casi a su antojo en el PSOE local. Así sucedió con Jesús Ros primero (¿alguien cree que Severino Yago, muchos años secretario general, movía una silla en el partido sin el previo consentimiento de Ros?), y así creo que ha pasado después con Bresó. El poder en el ayuntamiento (en la ciudad) se imponía sobre la vida interna de la formación, lo que, hasta cierto punto, tiene su lógica.

Lo que no significa que mientras se mantuviera la alcaldía el partido fuera una balsa de aceite. Ni mucho menos. Pero se disimulaba mejor. Una mayoría absoluta es una buena razón para dejar las batallas para más adelante.

Ha bastado el revolcón en las urnas para que cada facción vuelva por sus fueros. Las críticas, nada espontáneas (“la mayoría con las intervenciones escritas previamente y leídas”, apostilla la información de Levante) y con una argumentación que a primera vista se antoja bastante pobre, buscaron derrocar a Veiga responsabilizándolo de todos los males que aquejan al PSOE de Torrent. Añade la misma noticia que “tuvo que soportar las críticas que hace algo más de un mes los militantes no hicieron al ex alcalde (Bresó)”. Curioso, ¿no?

Algún militante se atrevió incluso a comparar a Veiga con el reciente caso Pla. Lo que en realidad, pienso yo (en contra de la opinión del afectado), supone una metáfora bastante acertada. Y no porque Josep Veiga tenga ni pagos pendientes ni nada que ocultar, sino porque es también desde el seno de su propio partido, en aras de los intereses de determinadas banderías, donde se le ha empujado a la dimisión.

De momento ya la tienen. Ahora a esperar dos semanas, plazo en el que se elegirá al próximo secretario general del PSOE de Torrent. Mientras, una gestora integrada por Ximo Planells, Mari Cruz Nieto y Ramón Pacheco (en cuyo blog no ha escrito una sola línea sobre el asunto; quizá para compensar, ha eliminado el post de hace unos días en el que tildaba a los concejales del PP de “fascistoides”) se hace cargo interinamente del partido. Seguiré de cerca los pormenores de la designación.

Descanse en paz la madre de Jesús Ros

Recibo un mail que, a modo de flash informativo (por lo breve), me anuncia el fallecimiento ayer, sábado, de la madre del que fue alcalde de Torrent, Jesús Ros. La primera reacción tras enterarme, además de elevar una oración, es desear que Jesús y toda su familia, a los que desde muy lejos envío un fuerte abrazo, tengan la fortaleza necesaria para afrontar esta dolorosa pérdida.

Y lo siguiente, el silencio. No me preguntéis por qué, porque ni siquiera yo tengo una explicación lógica, pero la noticia de una muerte me lleva a sumirme en un pudoroso mutismo. Son sentimientos, pienso, demasiado complejos para los directamente afectados y en los que sobra la palabrería propia de estos casos, tan trufada de tópicos (¿qué se puede decir, sino siempre lo mismo?). Cosas mías, ya digo.

Reitero, pues, el abrazo callado a Jesús Ros y familia. Descanse en paz su madre.

19 octubre 2007

La "señorita alcaldesa" del progresista Pacheco

He seguido estos meses con especial atención el blog de Ramón Pacheco, concejal socialista de Torrent. Ha ido subiendo los decibelios de la crítica con el paso del tiempo desde aquel primer remedo de Quijote hasta hoy. Evidentemente no voy a pedir ideas imparciales en un edil que defiende unas siglas desde la oposición. Obvio. Está en su derecho a pintarnos la realidad como guste, aunque a veces me cuesta percibir a través de sus palabras la misma ciudad que yo conozco.

En sus últimos comentarios Ramón Pacheco insiste en referirse a María José Catalá como la “señorita alcaldesa”. Como el protocolo no obliga a tanto (bastaría con que dijera sencillamente “la alcaldesa”), entiendo que ese “señorita” es una forma de sarcasmo. Pero no sólo eso: es una variante del machismo más recalcitrante, tanto más sorprendente en quien día sí, día también, se autoproclama “progresista” y divide la sociedad entre los “nuestros” y el resto.

Supongo que el concejal justificará ese calificativo de "señorita" en la soltería de la alcaldesa (si no, no hay forma de encajarlo). En tal caso, cuando Pacheco se refiere a Jorge Alarte, alcalde del vecino pueblo de Alaquàs y también soltero, ¿le llama “señorito alcalde”? El tratamiento de “señor” o “señora” aplicado a cargos públicos lo es en razón, no del estado civil, sino del rango. En los alcaldes, y también en los concejales, señor Pacheco.